Esta es una aproximación a la relación de la violencia con el proceso de construcción del Estado a lo largo de nuestra historia, desde los tiempos coloniales hasta las negociaciones actuales en La Habana. Para ello, el autor combina la mirada sobre los problemas estructurales de larga duración con las percepciones y opciones subjetivas de los actores sociales que optan por la violencia. Esa combinación se enmarca en la interrelación entre los ámbitos de poder nacional, regional o local, que hace que la presencia de las instituciones estatales sea diferenciada según las particularidades de las unidades subnacionales y los distintos momentos de esas interacciones.

Colombia es el único país del mundo que ha hecho diez procesos de paz en los últimos treinta años. En ese período, cada gobierno combinó descentralización, desmovilizaciones pactadas y programas presidenciales especiales e hizo su propia receta para lidiar con la presión social y regional por inclusión, para someter e incorporar a los grupos armados ilegales y para fortalecer el Estado. Este libro evalúa el impacto de esas recetas gubernamentales y ofrece un plan de reformas, acciones e inversiones necesarias para que hagamos un proceso de paz que, esta vez, sí les cumpla a los colombianos, las víctimas y las regiones. Aproximadamente cada cincuenta años una generación de colombianos ha tenido la oportunidad de decidir cómo acabar una guerra de larga duración y cómo construir instituciones para un país moderno, incluyente y en paz. Primero le tocó a la generación que vivió el fin de la Guerra de los Mil Días a inicios del siglo xx. Luego a la generación que padeció la violencia bipartidista y se inventó el Frente Nacional. Ahora es nuestro turno. Si aprendemos de nuestra propia experiencia, esta generación pasará a la historia como la que puso fin al último conflicto armado de todo el hemisferio occidental y logró que dejáramos de ser tres países que se desconocen y recelan y seamos por fin una sola Colombia.

Paz para la paz recoge una reflexión múltiple y transdisciplinar pensada como prolegómeno para una filosofía contemporánea sobre la guerra. Su objetivo es incorporar los nuevos y preocupantes rasgos que caracterizan a las guerras del siglo XXI y, a la vez, facilitar que se pueda repensar en qué ha de consistir esa cosa a la que llamamos paz, sin forzar el sentido genuino de tan bella palabra. De esta manera, estos ensayos rechazan tanto una “mala paz”, por ser paz para la guerra, como una “buena guerra”, por ser guerra para la paz. Los primeros capítulos exploran algunas de las concepciones más sobresalientes de destacados pensadores de la Modernidad vistos desde nuestro presente (entre ellos Maquiavelo, Rousseau, Marx, Engels y Thompson). Así mismo, se profundiza en algunos de los temas más relevantes de la actualidad (por ejemplo, la naturaleza del nuevo orden mundial, las guerras actuales, los genocidios o el fenómeno de los niños soldados); también se examinan algunos aspectos críticos y alternativos vinculados a los modos de contención del belicismo (referidos al pacifismo, la legalidad, la legitimación y los derechos humanos). Finalmente, el volumen se cierra con una reflexión sobre el conjunto de las cuestiones implicadas en el pensar antibelicista.

Un grupo de académicos liderados por los profesores Jaime Bernal Cuéllar y Jairo Parra Quijano realizaron unas reuniones de reflexión, discusión y trabajo sobre el proceso de paz. El propósito de estas jornadas es comprender, desde cada una de sus especialidades, las normerosas complejidades y la contradictoria información que se ha generado con ocasión del proceso de paz. El presente documento intenta hacer una exposición clara de este hecho estableciendo un orden temático que facilite su entendimiento para los ciudadanos inhteresados en comprender cómo funcionará el proceso político-jurídico que diseña el Estado como producto de las negociaciones en La Habana.